Carlos Javier Nieves es un joven de 26 años graduado de la carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), la cual cursó desde el año 2008 hasta el 2015. Hoy en día trabaja como Gerente de Negocios de la empresa nacional Grupo +58.

Ingresó a la UCAB debido a que su hermano también había estudiado Ingeniería Industrial pero se había graduado 1 años antes de que él comenzara. Para ellos, esta es la mejor universidad en la que podían estudiar.

Mi comienzo fue muy atropellado porque mi nicho familiar era de bajos recursos, pues nosotros provenimos de la parte alta de La Vega. Mis padres no estudiaron y tuvieron que realizar muchos esfuerzos para poder cumplir con los estudios de mis tres hermanos, entonces en el momento en el que a mí me tocaba estudiar ellos estaban llenos de deudas para pagar las otras universidades.

A pesar de todo, Carlos realizó la prueba de ingreso y quedó seleccionado, así que decidió averiguar qué tipos de ayuda económica le podía brindar la universidad. Finalmente solicitó apoyo económico y se le otorgó el 50% de exoneración de la matrícula, así que gracias a la ayuda de su papá, su mamá y su hermana pudo costearse el monto restante.

Durante sus años de estudios participó en Baja UCAB, una agrupación que se encarga de la construcción de vehículos todo terreno para competencias internacionales; luego ingresó a Protocolo UCAB; formó parte del Comité de Organizadores de la Jornada de Ingeniería Industrial; participó en una plancha de representantes estudiantiles; conmoció el CIDI a través del área de simulación con los profesores Henri Gasparín; y, junto a su compañero y su tutor, Demóstenes Quijada, pudieron abrir la línea de investigación de teoría de juegos en la Escuela de Ingeniería, logrando una mención publicación de un artículo sobre su trabajo de grado.

Luego de cursar el quinto semestre, Carlos comenzó a trabajar. Fue en ese entonces cuando entendió lo mucho que lo había ayudado el apoyo económico que le brindó la universidad.

Con mi trabajo me di cuenta de la gran cantidad de tiempo que necesitaba día a día para cubrir mis responsabilidades. Se me hacía difícil porque tenía que trasladarme al trabajo, luego a la universidad, estudiar en el metro, volver a irme a trabajar y así todo el tiempo. Entonces sin duda el ahorro de tiempo y la comodidad que me prestaba la universidad con el apoyo económico durante la mitad de mi carrera me ayudó mucho con mis estudios.

Acerca del aporte al fondo de becas de la universidad, Carlos comenta que es fundamental continuar aportando a la educación de la nación.

La UCAB genera los mejores profesionales, o al menos en mi área hay pocas universidades que tengan este nivel. La construcción de este país se basa en profesionales bien calificados y entrenados, y eso es a lo que se dedica la universidad, a crear profesionales con valores, buenos conocimientos y con las ganas de ser mejores.

Si una donación, por muy pequeña que sea, puede ayudar a uno de esos estudiantes, estoy seguro de que eso los va a llenar más de satisfacción que cualquier otra cosa que pueda hacer. Quién sabe, a lo mejor de aquí sale el próximo presidente de Venezuela o alguien que tenga las ganas de cambiar este país y ponerlo en buen rumbo.