Jeison Barrios es un jóven de 27 años, egresado en el año 2016 de la carrera de Administración y Contaduría en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Actualmente, Jeison se desempeña como consultor de Analítica Empresarial e Innovación de Procesos Financieros en pequeñas y medianas empresas.
Luego de haberse encantado de la contabilidad durante su curso de técnico medio, Jeison decidió postularse para ingresar a la Universidad Central de Venezuela (UCV). Un mes después, descubrió la UCAB y se enamoró de la universidad.
Inmediatamente al ingresar sentí que esa era la casa de estudio que estaba buscando a pesar de ser costosa para una persona que apenas percibía una salario mínimo.
Con todo los obstáculos económicos que se me presentaban para el momento, decreté que iba a formarme en la UCAB y graduarme al cabo de 5 años como Licenciado en Contaduría Pública.
Durante sus años de estudio, Jeison tuvo que trabajar medio tiempo en una firma de contadores para costear el pago de la matrícula de sus primeros semestres, por lo que no estaba mucho en su casa y no compartía con su familia. Sin embargo, cuando cursaba el tercer semestre, la monotonía comenzó a desmotivarlo.
Si dejaba el trabajo debía dejar los estudios ya que era mi sustento. Trabajo y estudio eran totalmente dependientes el uno del otro. Ahí fue cuando Dios puso en mi camino a la Asociación Venezolano Americano de Amistad (AVAA) y su valiosa gente.
Esta organización me ayudó a ver las cosas de un punto de vista distinto, aprendí a vivir y a disfrutar de los momentos con gente de grandes valores. Mis sábados los dedicabas a sus actividades (talleres de formación personal y profesional, actividades recreativas, conversaciones en inglés, etc.) con jóvenes de distintas casas de estudio de Venezuela. Hubo un momento en el que, a pesar de no tener tiempo, me sentía a gusto porque me divertía y administraba mejor mis horas. Hoy en día, siento mucho agradecimiento con su gente por el trabajo maravilloso y de vocación que realizan por lo jóvenes de Venezuela.
Posteriormente, se integró a la organización AIESEC debido a que le llamaba la atención la cantidad de promociones que realizaban en la feria de la UCAB. Jeison comenta que su experiencia ahí fue maravillosa, pues conoció otras culturas y una nueva forma de vida.
Hoy lo digo y parece mentira, que al mismo tiempo estudiaba, trabajaba y formaba parte de dos grandes organizaciones y me sentía muy a gusto. Eso sí, no dormía más de 4 horas diarias.
A pesar de todo el esfuerzo y el trabajo que realizó Jeison, comenta que le encantó haber estudiado en la universidad.
Pienso que mi experiencia universitaria ha sido y será la mejor fase de mi vida, fue maravilloso.
Lo que al principio me pareció un sacrificio y posición de desventaja, hoy día digo que fue lo mejor que pude haber tenido. Todo es cuestión de perspectiva, no contar con recursos económicos me llevó a trabajar y estudiar, pero eso desencadenó lo demás. Tuve un aprendizaje acelerado e integral. Hoy por hoy me siento una persona feliz y satisfecha conmigo mismo y de las cosas que siento puedo conseguir en el futuro. Si me dieran la oportunidad de vivir nuevamente esa experiencia, ¡me anotaría en la lista!
En su cuarto semestre, Jeison comenzó a tener mayores problemas económicos debido a la inflación. Cuando cursaba el sexto semestre decidió realizar la entrevista para solicitar apoyo económico y dos meses después obtuvo una beca que cubría un porcentaje de la matrícula.
Haber recibido esa gran ayuda me motivó a tener mayor sensibilidad para apoyar iniciativas que promuevan a los jóvenes a no dejar sus sueños de ser profesionales, a pesar de los obstáculos económicos que se les puedan presentar. La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es un tema que poco a poco se posiciona en las organizaciones y no dudaría en practicarla en mis experiencias profesionales en agradecimiento por todo lo que recibí en la universidad.
Un país se construye haciendo crecer a sus ciudadanos e invertir en ello siempre tendrá un impacto positivo, son muchos los jóvenes venezolanos que quieren dar lo mejor, conseguir mejores oportunidades de vida y transformar realidades desde sus pequeñas acciones. Cada vez es más complejo acceder a la educación privada por la pérdida de poder adquisitivo. Entre todos podemos crear puentes para eliminar las barreras económicas que muchos tienen para ser profesionales integrales, de buenos valores y comprometidos con su país.
Alcancé la meta de graduarme gracias a Dios y a cada una de las personas que invierten recursos en programa educativos, ese es el mismo destino que deseo para todos los venezolanos que quieren crecer profesionalmente. A los empresarios y organizaciones, sigan confiando en los venezolanos y sus ganas por ser mejores profesionales y ciudadanos a través de sus aportes.
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